La anécdota de los nenes de Arroyito que conocieron a Maradona, de casualidad, en 1996
noviembre 26, 2020A los 11 años, Juanjo Ceccón mantuvo un diálogo con el Diego. Fue el día que se dieron el pico con Caniggia. ¿Qué le dijo el 10?
Con 11 años, a Juanjo Ceccón ya le pasaban cosas dignas de ser contadas en los diarios. Aunque faltaba mucho para que lo nominaran a los premios Gardel, se dio un lujo que muy pocos locales pudieron. Esta anécdota cobra otro valor, el día que el mundo lamenta la muerte de Maradona.
Un fin de semana de junio del año 1996, la Escuela de Fútbol Arroyito, dirigida por Hernán Vittón, organizó un viaje a Buenos Aires. Eran 30 chicos y algunos padres. En esa oportunidad, los de la dulce ciudad jugaron contra sus pares de la Escuela del Pato Filliol y les ganaron por 5 a 0.
Sobre el final del viaje, fueron a presenciar el programa Fútbol de Primera, que se hacía en los estudios de Canal 13 (hoy TN). Era el del domingo 14 de junio, día histórico porque Boca le había ganado a River 4 a 1 y se dieron el famoso piquito, Maradona y Caniggia.
Sobre esta situación, contó Juanjo en RADIO LATE 104.9, que “En un momento empieza a caer gente al estudio (Marley, Gastón Pauls, Julián Weich). A las 10 menos 10 entra este enano, el Diego, un silencio hermoso. El tipo era atmosférico, donde llegaba cambiaba el aire”.
Ceccón también comentó que, con Maradona, ingresaron Coppola, Claudia Villafañe, Dalma y Gianinna, las hijas del 10.
Cuando se acercaron Macaya y Araujo, los conductores del ciclo, Diego dijo “Aguarden muchachos, que acá hay pibes”.
Interpelado por los conductores Pablo Tucu Sosa y Romina Brizzio, Juanjo recordó que Maradona “Nos saluda. Lo maquillan y lo sientan a un metro mío para la nota. Se da vuelta y me mira. Me dice ‘hola, maestro’ y me dio la mano. Yo le digo ‘¿Diego, por qué nos ganaron?’ Y responde ‘Eh che, bueno, déjenos ganar una vez a nosotros’. ¡Si nos ganaban siempre! En ese momento se tiran todos mis compañeros a saludarlo. No dejó uno sin saludar”.
Y siguió diciendo que “Al otro día fuimos a la Bombonera, a las canchas de Racing y River, pero no nos importó nada. Ya lo habíamos conocido a Diego”.
“No había guardaespaldas. Él entró con la Claudia y con las hijas. La gente lo miraba mientras él comía una pizza con una Coca light. ¿Quiénes somos para juzgar a un tipo que lo vivió así toda la vida? Siempre lo admiré y, desde ese día, lo admiré más”, aseveró el reconocido músico de Arroyito, sobre el inolvidable momento.
Y cerró expresando que “Maradona fue un tipo muy dulce con los niños. Mi niño interior, que lo vio y habló dos palabras, está muy triste”.