Tras 23 años, Gabriel Camusso deja de ser el cura párroco de Arroyito

En su reemplazo, asumirá Sergio Fernández Nieri. Por su parte, José María Linares es el flamante vicario relevando a Marcelo Cereda.

Esta mañana se formalizó una noticia que sonaba como fuerte rumor en los últimos días. Se trata del traslado del presbítero Gabriel Bernardito Camusso de nuestra ciudad, a la localidad de Morteros. La decisión forma parte de una serie de cambios pastorales anunciada por el vicario General de la Diócesis de San Francisco, Gustavo Zaninetti, a través del comunicado dado a conocer hoy.

También el obispo Sergio Buenanueva firmó una carta dirigida a las comunidades y fieles cristianos, explicando los motivos de estas modificaciones señalando que “involucran a toda la Iglesia diocesana. No somos islas, ni nos salvamos solos. Somos un cuerpo, una red, una familia. Agradezco el espíritu de fe, de comunión y de misión que, en este proceso, han manifestado todos, especialmente los pastores y comunidades más directamente involucrados”.

Camusso, tras 23 años como párroco de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, pasa a tener ese cargo en la iglesia Ntra. Sra. de la Asunción de Morteros. En su reemplazo asumirá Sergio Fernández Nieri. Por su parte, en el rol de vicario parroquial, José María Linares relevará a Marcelo Cereda, que irá a la parroquia San Eduardo Rey (Altos de Chipión).

Camusso en Arroyito

Gabriel Camusso es más que un sacerdote para Arroyito. El rol político y social del cura nacido en Freyre se acrecentó en situaciones extremas como las inundaciones de los años 2014 y 2015, participando de manera activa en el Comité de Emergencias, junto a las fuerzas de seguridad y los funcionarios municipales. Hasta su fallecimiento, acompañó Mons. Juan O. Vidotto, párroco Emérito de Arroyito.

Por su parte, siempre que alguna causa conmocionó a la comunidad, Camusso dijo presente. Recordada es la manifestación de abril de 2012, donde más de 4.000 personas pidieron “justicia” por Lorena Aubán, culminando el recorrido por las calles céntricas en la parroquia, donde fueron recibidos por el hasta hoy, párroco local.

Además, es de destacarse la historia de vida del clérigo cuyo destino parece haber estado escrito desde antes del nacimiento. Él mismo contó a Radio María que, cuando su mamá estaba embarazada, le informaron que había mucho riesgo. Por este motivo, sus padres hicieron una promesa a santa Bernardita Soubirous, la vidente de Lourdes y su segundo nombre es Bernardito.

Más acá en el tiempo, el 4 de junio de 2017, en ocasión de celebrarse las Bodas de Plata de Camusso como sacerdote, su papá Guido dijo a la prensa que “Para mí no fue una novedad [la decisión de Gabriel de ingresar al Seminario], sino una satisfacción grande, porque yo siempre recé muchos Rosarios, desde antes de que naciera, todos los días de la vida”.

La vocación del cura surgió a sus 15 años y, causalidad o no, se lo dijo a quien era su párroco de ese momento en Freyre, Baldomero Martini. El mismo que en el 2000 -año Jubilar-, siendo obispo de San Francisco, declaró a Arroyito “Ciudad de María”. Esa localidad que después haría de aquel joven llamado por Dios, su hijo adoptivo durante 23 años.