“Tuve que vivir de cerca la pérdida de una amiga que, con tan solo 12 años, acabó con su vida”

“Tuve que vivir de cerca la pérdida de una amiga que, con tan solo 12 años, acabó con su vida”

junio 3, 2019 Off By Natalia Marchisoney

Marisol Garay (14) grabó un video, en el cual alerta sobre el bullying que sufren muchos niños y adolescentes de Arroyito. Además, un alarmante informe de Unicef plantea que se triplicó el suicidio adolescente en los últimos 30 años.

En las últimas horas, se viralizó un video grabado por la joven de Arroyito Marisol Garay (14), que primero fue publicado en las redes sociales de Canal 3.

En el material audiovisual, la chica alerta sobre una grave problemática que afecta a muchos niños y adolescentes de nuestra ciudad, el bullying o acoso escolar.

El video de Marisol Garay, que se viraliza en las redes sociales.

Marisol utiliza este espacio, no solo para hacer público su padecimiento y el de una amiga “que, con tan solo 12 años, acabó con su vida, tal vez porque no la supieron escuchar o no pudo hablar con nadie”; sino también para dejar un mensaje esperanzador acerca del verdadero valor de la vida: “te pido que no te quedes callado, porque tu vida es muy valiosa, no sabés lo que vale tu vida. Tenemos que no ser tan egoístas y tratar de no pensar tanto en nosotros mismos, tratar de no pensar en todos los que nos odian y todas las cosas malas que nos hacen, sino también pensar en las personas que sí nos quieren o se preocupan por nosotros y les dolería si algo nos pasara”.

Ya en el cierre del video, se escucha a la adolescente diciendo que “tu vida es muy importante, vale muchísimo, no permitas que nadie te diga lo contrario. Hoy los jóvenes alzamos nuestra voz porque ya nos cansamos de vivir esto, de tener pérdidas. Te pido que me ayudes porque yo sé que juntos podemos marcar la diferencia, que juntos podemos acabar con esto que se llama bullying. Basta de bullying”.

Video: Canal 3.

Alarmante informe de Unicef sobre el suicidio adolescente

El 30 de mayo, Unicef presentó un informe sobre el suicidio adolescente en el país, donde detalla que esta segunda causa de muerte entre los 10 y 19 años (la primera son las lesiones provocadas en siniestros viales) se triplicó en 30 años.

La investigación, que va más allá de un análisis de las estadísticas nacionales, incluyó las autopsias psicológicas con allegados de 27 casos consumados y entrevistas con 28 adolescentes que intentaron suicidarse, además de 10 a especialistas referentes y seis a funcionarios que intervienen en el registro y la producción de información estadística.

Los datos permitieron, no solo que se detecte que son escasas las políticas públicas de prevención y asistencia oportuna en el caso de los intentos o la manera en que se registran los datos epidemiológicos para que puedan definirse esas políticas, sino también la construcción, por primera vez, de lo que denominaron “tipos ideales”, que describen de manera general qué influyó en las experiencias relevadas.

Aunque, esas tipologías se aplican a los casos estudiados, son una primera aproximación a los factores que predominan en la conducta suicida adolescente, que se van acumulando en el tiempo (a largo o a mediano plazo) o son desencadenantes y servirían para intervenir a tiempo.

En el largo plazo, incluyen la violencia intrafamiliar, el abuso sexual, la falta de contención en la familia, un trastorno mental no atendido. Mientras que, en el mediano plazo, aparecen los problemas escolares, la violencia de pareja, el consumo de sustancias, la ausencia de vínculos fuera de la familia y el acoso escolar o bullying.

Pueden actuar como hechos o experiencias desencadenantes la pérdida de personas significativas (padres, amigos y parejas, entre otras), la sensación de fracaso o no poder cumplir con las expectativas propias o de los demás (incluye la educación, el trabajo, la identidad de género y la religión, entre otros) y la violencia o el abuso sexual cuando no se pueden comunicar.

“La muerte autoprovocada nunca es el resultado de un solo factor o hecho. No obstante, los profesionales de la salud que trabajan en este campo advierten que pueden identificarse algunas causas que, combinadas con otros factores, podrían llevar a una conducta suicida”, señalan desde Unicef.

Fuente: La Nación.

PREVENGAMOS ENTRE TODOS

Entre los signos de alarma de una crisis suicida se encuentran los siguientes: llanto inconsolable, tendencia al aislamiento, amenazas suicidas, deseos de morir, desesperanza, súbitos cambios de conducta, afectos y hábitos, aislamiento, conductas inusuales, consumo excesivo de alcohol o drogas, realización de notas de despedidas, etc.

Los que siguen se consideran grupos de riesgo suicida:
-Las personas que están atravesando un proceso depresivo
-Los que tienen ideas suicidas o amenazan con el suicidio
-Los sujetos que hayan realizado un intento suicida
-Los sujetos en situaciones de crisis
-Los sobrevivientes o familiares del suicida

Qué debemos hacer en caso de detectar un sujeto con riesgo de suicidio:
-Preguntarle siempre a esa persona en situación de riesgo si ha pensado en el suicidio.
-Si la respuesta es afirmativa, evitar su acceso a cualquier método que pueda dañarlo. Nunca dejarlo a solas mientras persistan las ideas suicidas.
-Avisarles a otras personas significativas para el sujeto que contribuyan a que evite la ocurrencia de un acto suicida.
-Acercarlo a las fuentes de salud para que reciba atención especializada.

Ante cualquier duda o consulta, comunicarse con el Centro de Asistencia al Suicida Córdoba: línea gratuita 135 ó 0351-4265755.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación.